Las Juntas de Dilatación sirven para permitir movimientos generados por tensiones, que existen entre las cargas y pesos de las estructuras de las construcciones, debidos a factores como pueden ser la humedad o extremo frio y calor. La misión fundamental de estás juntas es prevenir desprendimientos, fisuras o grietas.
Su colocación evita problemas por la dilatación de los materiales que la conforman o patologías como el levantamiento de pavimentos o la aparición de grietas en los muros, entre otros.
El sistema de trabajo consiste en la retirada del pavimento, del mortero de agarre y de su capa de regularización. En esa zona se realiza la nueva impermeabilización, para ello hay un replanteo de la junta sobre la capa de formación de pendientes.
De esta manera se llega al corte de la junta mediante procesos mecánicos y una vez abierta procedemos a su sellado y al reforzamiento mediante la impermeabilización colocando refuerzos y el nuevo pavimento, en su caso y la aplicación de la masilla elástica.
De esta manera evitaremos problemas de filtraciones, suciedad y mantendremos las estructuras en un perfecto estado de mantenimiento.
Fundamentalmente hay dos tipos de Juntas de Dilatación: Abiertas y Selladas.
- Juntas de Dilatación Abiertas: se dejan sin protección, por lo que se puede ir introduciendo en ellas suciedad y se pueden deteriorar rápidamente, dejando en este extremo de ejercer su función.
- Juntas Dilatación Selladas: se rellenan con masillas especiales con cierta elasticidad, evitando así que la humedad, suciedad u otros elementos mermen su cometido y su vida útil se prolongue.
Si tienes un problema en tu edificio o inmueble y crees que puede ser causado por las Juntas de Dilatación, contáctanos y te asesoraremos proponiéndote nuestras soluciones.